Luis Alberto de Cuenca (2014): Cuaderno de vacaciones
“Soneto del olifante”
¡Un olifante, pronto, que me muero!
Debí hacerlo sonar cuando las cosas
Aún no estaban tan mal, y las baldosas
Amarillas guiaban al viajero.
¡Sacadme de este sórdido agujero!
¡Quitadme estas cadenas espantosas!
Duro es vivir sin dioses y sin diosas,
de la abyecta razón vil prisionero.
Si me proporcionáis ese olifante
Tal vez vuelva la fe a mi templo en ruinas,
vieja y nueva a la vez, desafiante.
Y quizá halle cobijo en las divinas
enseñanzas del mórbido habitante
de la cruz, rey de reyes y de espinas.
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