Blanca Andreu (1980): De una niña de provincias
que se vino a vivir en un Chagall
“Extraño
no decirlo”
EXTRAÑO no decirlo y hablar hidras pensadas
o hacer poesía y cálculo,
extraño no contarte que el
cianuro Cioran viene sobre las diez,
o viene Rilke el poeta
a contarme que sí, que de veras
tú pasas a mi sangre
pero de qué nos sirve.
Veneno y sombra extraña, extraño no decirlo, de
metales muy fríos
y faltos de latido:
amor, es eso, yo bebo violas
rotas,
pienso cosas quebradas,
en verdad yo me bebo la infancia
del coñac,
bebo las locas ramas virginales,
bebo mis venas que se adormecen
para querer morir,
bebo lo que me resta cuando dejo
mi cuello
bajo la luna de guillotina,
bebo la sábana de los sacrificios
y bebo el amor que salpica sueño
pero de qué nos sirve.
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