domingo, 28 de febrero de 2021
“Profesión de fe”
sábado, 27 de febrero de 2021
“Soneto sobre la red del amor”
la red de Amor, que tanta gente prende?
¿Y cómo, habiendo tanto que la tiende,
no está del tiempo ya rota o deshecha?
pues hierro ni valor se le defiende?
¿Y cómo o dónde halla, o quién le vende,
de plomo, plata y oro tanta flecha?
a vencer los gigantes? Y si es ciego,
¿cómo toma al tirar cierta la mira?
en una mano el arco, en otra el fuego,
¿cómo tiende la red y cómo tira?
viernes, 26 de febrero de 2021
“Huir procuro el encarecimiento”
no quiero que en mis versos haya engaño,
sino que muestren mi dolor tamaño
cual le siente en efeto el sentimiento.
será tan nuevo al mundo y tan extraño
que la memoria sola de mi daño
a muchos pondrá aviso y escarmiento.
mis pasiones, podrán luego apartarse
de seguir el error de mis pisadas
do puedan con sus naves despalmadas
en la tormenta deste mar salvarse.
jueves, 25 de febrero de 2021
“En extraña pasión vivía contento”
por vos, señora, y cuando más sentía,
sólo un mirarme o veros, deshacía
o, al menos, aliviaba mi tormento.
cayese en tierra la esperanza mía
con declararme lo que no entendía,
de torpe, hasta aquí mi entendimiento.
en término muy corto se ha deshecho
la fábrica que Amor hizo en mil años.
el risco en que me vi y el paso estrecho,
quedando ya seguro de mis daños.
miércoles, 24 de febrero de 2021
"Romance de la gentil dama y el rústico pastor"
paseando en su vergel,
los pies tenía descalzos,
que era maravilla ver;
desde lejos me llamara,
no le quise responder.
Respondile con gran saña :
-¿Qué mandáis, gentil mujer?
Con una voz amorosa
comenzó de responder:
-Ven acá, el pastorcico,
si quieres tomar placer;
siesta es del mediodía ,
que ya es hora de comer,
si querrás tomar posada
todo es a tu placer.
-Que no era tiempo, señora,
que me haya de detener,
que tengo mujer y hijos,
y casa de mantener,
y mi ganado en la sierra,
que se me iba a perder,
y aquellos que me lo guardan
no tenían qué comer.
-Vete con Dios, pastorcillo,
no te sabes entender ,
hermosuras de mi cuerpo
yo te las hiciera ver:
delgadica en la cintura,
blanca soy como el papel,
la color tengo mezclada
como rosa en el rosel,
el cuello tengo de garza,
los ojos de un esparver ,
las teticas agudicas,
que el brial quieren romper,
pues lo que tengo encubierto
maravilla es de lo ver .
-Ni aunque más tengáis, señora,
no me puedo detener.
martes, 23 de febrero de 2021
“Sé más feliz que yo”
Tu párpado cayendo amortecido,
Se parece a la pura y blanca nieve
Que sobre las violetas reposó:
Yo el sueño del placer nunca he dormido:
Sé más feliz que yo.
Al canto del zorzal de indiano suelo
Que sobre la pagoda solitaria
Los himnos de la tarde suspiró:
Yo sólo esta oración dirijo al cielo:
Sé más feliz que yo.
De los lirios del Arno caudaloso
Que brotan sobre un junco vacilante
Cuando el céfiro blando los meció:
Yo no gozo su aroma delicioso:
Sé más feliz que yo.
Que de callada noche se aconseja
Y se nutre don lágrimas y ruego,
En tus purpúreos labios se escondió:
Él te guarde el placer y a mí la queja:
Sé más feliz que yo.
Como un campo de rosas del Oriente;
Al ángel del recuerdo pedí flores
Para adornar tu sien, y me las dio;
Yo decía al ponerlas en tu frente:
Sé más feliz que yo.
Como la adormidera del desierto
Causas dulce embriaguez, hurí de aroma
Que el cielo de topacio abandonó:
Mi suerte es dura, mi destino incierto:
Sé más feliz que yo.
lunes, 22 de febrero de 2021
“Joselito en su gloria"
lágrimas en tu pañuelo.
Mira cómo sube al cielo
la gracia toreadora.
cómo llora tu cuadrilla
y cómo llora Sevilla,
despidiéndote del toro.
deshoja sus olivares
y riega los azahares
de su frente por la arena.
dile adiós a mis veleros
y adiós a mis marineros,
que ya no quiero ser río.
y, abriendo surcos de flores,
al rey de los matadores
en hombros se lo llevaban.
mírame tú, cómo vengo,
tan sin sangre que ya tengo
blanca mi color morena.
de un borbotón de rubíes
que ciñe de carmesíes
rosas mi talle quebrado.
lo cóncavo de esta herida,
¡que se me escapa la vida
por entre los alamares!
igual que un toro, en el seno!
Pon a tu espadita bueno
y dale otra vez su espada.
volver con sangre a Sevilla
y al frente de mi cuadrilla
lucirme por la Alameda.
domingo, 21 de febrero de 2021
“La pequeña llama”
Cada pequeña llama me encanta y sobrecoge;
¿No será, cada lumbre, un cáliz que recoge
El calor de las almas que pasan en su viaje?
Lo mismo que las almas taciturnas y buenas.
Hay otras casi blancas: fulgores de azucenas.
Hay otras casi rojas: espíritus de rosas.
Una cosa que vive, que siente, que medita,
Un ser que nos contempla transformado en hoguera.
Una pequeña llama de dulzura infinita
Para tus largas noches de amante desolado.
sábado, 20 de febrero de 2021
“La soledad”
esta separación
esta soledad la conciencia
la efímera gratuita cerrada
ensimismada conciencia
esta conciencia
existiendo nombrándose
fulgurando un instante
en la nada absoluta
en la noche absoluta
en el vacío.
esta vanidad la conciencia
condenada impotente
que termina en sí misma
que se acaba
enclaustrada
en la luz
y que no obstante se alza
se envanece
se ciega
tapa el vacío con cortinas de humo
manotea ilusiones
y nunca toca nada
nunca conoce nada
nunca posee nada.
Esta ausencia distancia
este confinamiento
esta desesperada
esta vana infinita soledad
la conciencia.
viernes, 19 de febrero de 2021
"Baile"
por las calles de Sevilla.
Tiene blancos los cabellos
y brillantes las pupilas.
corred las cortinas!
una serpiente amarilla,
y va soñando en el baile
con galanes de otros días.
corred las cortinas!
y en los fondos se adivinan,
corazones andaluces
buscando viejas espinas.
corred las cortinas!
jueves, 18 de febrero de 2021
“Acis y Galatea”
ese oro, esa túnica, esa piel,
ese color que tiñe la escarlata
corola del pistilo de un clavel;
esa carne que tiembla en el vaivén
de las rodillas y de los topacios
nos dicen que este cuadro es de Poussin.
del gris del agua sobre el gouache del gres,
el césped de corales diminutos
que puntean las puntas de sus pies;
el maquillado estambre, el cascabel
de sus tacones, los ojos resolutos
disueltos en vidrieras de bisel;
que la luz difumina en el papel
de este poema dicen que eran vanos
ese oro, esa túnica, esa piel.
es más real que el lienzo y que el pincel:
hace un gesto de geisha emocionado,
más certero, más cierto, más rimado
de rimmel que la estrofa del clavel.
no está en la sala, ni en el Louvre, ni en
la Tate Gallery, el Ermitage o Samos,
y no es -ni por asomo- de Poussin.
Acis y Galatea, ella y él,
somos nosotros mismos mientras vamos
-ojo, labio, boca, lengua, mano-
sobre la carne del amor humano
ensortijando flores, cuerpos, ramos
de un verano mejor que el del pincel.
miércoles, 17 de febrero de 2021
“El ángel bueno”
martes, 16 de febrero de 2021
"Por delicadeza"
"Por delicadeza"
"Por delicadeza
he perdido mi vida", quejóse
Arthur Rimbaud, poeta.
Naturalmente, ¿qué creía?
Así, que, más tarde, cuando
leyó las instrucciones de uso
de este mundo con cuidado,
puso un negocio. ¡Lógico!
lunes, 15 de febrero de 2021
“La pregunta que termina todo”
“La pregunta que termina todo”
olvidar todo lo que me habías hecho
para que esto pudiera funcionar.
y olvidé también y sin querer
tu manera de acariciarme,
tu facilidad de hacerme reír,
tu esmero al limpiarme,
el amor al cuidarme,
y te olvidé a ti entre un daño
y otro,
olvidé sin querer.
con todo:
¿puedes seguir enamorada de alguien
que has dejado de querer?
domingo, 14 de febrero de 2021
“Amarrada”
“Amarrada”
ni la lluvia,
ni el invierno colándose por la ventana,
ni las calles desiertas,
ni el viento barriendo lo que queda de mí
una madrugada cualquiera.
No es esta ciudad descolocada,
ni un grito a destiempo,
no es que la soledad me fuerce a extrañarte
y no sepa qué hacer con estas manos vacías,
con esta nube que amenaza mi puerta.
reducirme en otro cuerpo
incapaz de ser mi océano,
desconocerte por momentos
y reconocerme en ellos.
Es, simplemente,
el espejo,
el silencio,
la cama vacía.
La
pregunta
que
sólo
es
pregunta.
sábado, 13 de febrero de 2021
“Estrella fugaz”
“Estrella fugaz”
que las hace bellas
y no quiero llegar a comprender nunca.
Hoy he tenido un sueño triste
y he despertado en una cama carente de nada,
en unas sábanas blancas y tristes,
y en el balcón mis plantas me miraban tristes.
He salido a la calle y era pronto.
Los domingos por la mañana
Madrid se pone más bonita que nunca:
pasearla así ha sido como ver una estrella fugaz,
y me ha parecido todo tan triste
que me he puesto la canción más triste de mi cabeza
y he deseado la soledad.
Me he acordado
de todo lo que he olvidado
y he maldecido el paso del tiempo por un momento;
después he leído que la mujer de Cortázar
tenía los ojos azules y apenados,
y el mundo me ha parecido algo más sencillo,
pero también más triste.
Los fantasmas también quieren flores,
pero la gente solo tiene miedo.
He visto a una pareja sentarse separada
en el metro
con los ojos a un centímetro de distancia,
a una niña reírse a carcajadas de una verdad,
dos manos besarse en una terraza,
una tierra abandonada a través de una ventana
y a alguien pensar en otra vida,
y me he puesto triste
al verme en todos ellos.
Después,
he vuelto a casa,
a mi refugio blanco y triste,
a mi paz en calma culpable,
al fin de cada comienzo,
y te he mirado tranquila y bella,
en el sofá y en tu universo
de estrella fugaz,
y he dejado toda la tristeza en la puerta.
viernes, 12 de febrero de 2021
“Ruido”
“Ruido”
hazlo con ruido:
rompe las ventanas,
insulta a mis recuerdos,
tira al suelo todos y cada uno
de mis intentos
de alcanzarte,
convierte en grito a los orgasmos,
golpea con rabia el calor
abandonado, la calma fallecida, el amor
que no resiste,
destroza la casa
que no volverá a ser hogar.
Hazlo como quieras,
pero con ruido.
No me dejes a solas con mi silencio.
jueves, 11 de febrero de 2021
“El piano”
miércoles, 10 de febrero de 2021
“El otoño”
martes, 9 de febrero de 2021
“La poesía”
lunes, 8 de febrero de 2021
“El mirlo”
Tiene su cantar ahora la misma ligereza sin cansancio ni sombra que tuvo a la mañana, y al recogerse tras de la jornada volandera calla en su garganta la misma voz alegre de su despertar. Para él la luz del poniente es idéntica a la del oriente, su sosiego de plumas tibias ovilladas en el nido idéntico a su vuelo de cruz loca por el aire, donde halla materia de tantas coplas silbadas.
domingo, 7 de febrero de 2021
“Escrito en el agua”
Luis Cernuda (1942): Ocnos
“Escrito en el agua”
Desde niño, tan lejos como vaya mi recuerdo, he buscado siempre lo que no cambia, he deseado la eternidad. Todo contribuía alrededor mío, durante mis primeros años, a mantener en mí la ilusión y la creencia en lo permanente: la casa familiar inmutable, los accidentes idénticos de mi vida. Si algo cambiaba, era para volver más tarde a lo acostumbrado, sucediéndose todo como las estaciones en el ciclo del año, y tras la diversidad aparente siempre se traslucía la unidad íntima.
Pero terminó la niñez y caí en el mundo. Las gentes morían en torno mío y las casas se arruinaban. Como entonces me poseía el delirio del amor, no tuve una mirada siquiera para aquellos testimonios de la caducidad humana. Si había descubierto el secreto de la eternidad, si yo poseía la eternidad en mi espíritu, ¿que me importaba lo demás? Más apenas me acercaba a estrechar un cuerpo contra el mío, cuando con mi deseo quería infundirle permanencia, huía de mis brazos dejándolos vacíos.
Después amé los animales, los árboles (he amado un chopo, he amado un álamo blanco), la tierra. Todo desaparecía, poniendo en mi soledad el sentimiento amargo de lo efímero. Yo solo parecía duradero entre la fuga de las cosas. Y entonces, fija y cruel, surgió en mí la idea de mi propia desaparición, de cómo también yo me partiría un día de mí.
¡Dios!, exclamé entonces, dame la eternidad. Dios era ya para mí el amor no conseguido en este mundo, el amor nunca roto, triunfante sobre la astucia bicorne del tiempo y de la muerte, Y amé a Dios como el amigo incomparable y perfecto.
Fue un sueño más, porque Dios no existe. Me lo dijo la hoja seca caída, que un pie deshace al pasar. Me lo dijo el pájaro muerto, inerte sobre la tierra el ala rota y podrida. Me lo dijo la conciencia, que un día ha de perderse en la vastedad del no ser. Y si Dios no existe, ¿como puedo existir yo? Yo no existo ni aun ahora, que como una sombra me arrastro entre el delirio de sombras, respirando estas palabras desalentadas, testimonio (¿de quién y para quién?) absurdo de mi existencia.
sábado, 6 de febrero de 2021
“Atardecer”
viernes, 5 de febrero de 2021
“La riada”
jueves, 4 de febrero de 2021
“La casa”
miércoles, 3 de febrero de 2021
“Égloga I (Fragmento: '¿Cómo te vine en tanto menosprecio...')”
¿Cómo te vine en tanto menosprecio?
¿Cómo te fui tan presto aborrecible?
¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?
Si no tuvieras condición terrible,
siempre fuera tenido de ti en precio,
y no viera de ti este apartamiento.
¿No sabes que sin cuento
buscan en el estío
mis ovejas el frío
de la sierra de Cuenca, y el gobierno
del abrigado Estremo en el invierno?
Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo
me estoy en llanto eterno!
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan:
las aves que me escuchan, cuando cantan,
con diferente voz se condolecen,
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras, que reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado
sueño por escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aún siquiera no volviendo
a lo que tú hiciste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,
no dejes el lugar que tanto amaste,
que bien podrás venir de mí segura;
yo dejaré el lugar do me dejaste;
ven, si por sólo esto te detienes;
ves aquí un prado lleno de verdura,
ves aquí una espesura,
ves aquí una agua clara,
en otro tiempo cara,
a quien de ti con lágrimas me quejo.
Quizá aquí hallarás (pues yo me alejo)
al que todo mi bien quitarme puede;
que pues el bien le dejo,
no es mucho que el lugar también le quede.
Aquí dio fin a su cantar Salicio,
y suspirando en el postrero acento,
soltó de llanto una profunda vena.
Queriendo el monte al grave sentimiento
de aquel dolor en algo ser propicio,
con la pesada voz retumba y suena.
La blanca Filomena,
casi como dolida
y a compasión movida,
dulcemente responde al son lloroso.
Lo que cantó tras esto Nemoroso
decidlo vos Piérides, que tanto
no puedo yo, ni oso,
que siento enflaquecer mi débil canto.