Manuel Vilas (2020): Roma
“Coronavirus”
Al norte de Italia, finales de febrero del año veinte,
llega, como hace mil años, la peste.
Venecia, Milán, la Lombardía
cierran sus puertas y la gente camina
con tristes mascarillas por las calles.
Estoy tomando café en el Viale del Trastévere
como todos los días,
esperando la muerte,
como todos los días,
bebiendo mientras tanto un capuchino perfecto,
blanca espuma en labios inocentes.
Mala e ignominiosa muerte es esta que se acerca desde el norte.
Tú, roma, que siempre diste a tus súbditos
finales memorables no exentos de grandeza
aparta de mí esta indecente baratura.
Noto cómo El Dante viene a por nosotros.
Sobre Europa se cierne la muerte de miles.
Tú, precisamente tú, Roma,
que fuiste creada para combatir
la inanidad y la ingravidez
de la naturaleza,
debes ayudarme a no morir en la vergüenza,
en la humillación de rostros tapados,
en la degradación de la vida.
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