María de Zayas y Sotomayor
“A pesar de la fortuna”
1 A pesar de la Fortuna,
que su vista me quitó,
sin ser Aurora, en mis brazos
ayer Febo amaneció.
5 Vertiendo risa en las flores
con su divino esplendor,
dando perlas a las fuentes,
lustre, ser y admiración.
¿Quién vio, entre celajes rojos,
10 salir gobernando el Sol
los flamígeros caballos
que descompuso Faetón?
¿Quién vio decretar a Jove
el castigo que se dio
15 al mozo mal entendido
que por soberbio cayó?
¿Y quién vió al sabio Mercurio
adormecer al pastor
que velaba con cien ojos
20 a la desdichada Io?
¿Quién vio sujetando a Marte,
con su extremado valor,
las belicosas escuadras
de quien es dueño y señor?
25 ¿Quién le vio rendir a Venus
la soberbia condición,
animoso entre soldados,
tierno tratando de amor?
¿Quién vio conquistando al mundo
30 aquel magno emperador
que alcanzó en el tanto monta,
glorias, título y blasón?
¿Quién vio vencer imposibles
aquel mozo que abrasó
35 por castigar su flaqueza
su brazo con tal valor?
Así, selvas, a mis ojos
un bello sol ofreció,
y de haberle visto, selvas,
40 mi dicha alabando estoy.
Envídieme la Fortuna,
si oriente soy de tal sol,
siendo diamante que alcanzo
a sus rayos más valor.
45 Mas ¡ay! que tal favor
en sueños la Fortuna me ofreció;
porque nunca mi amor,
si no es durmiendo, aquesto mereció.
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