viernes, 3 de octubre de 2025

“Venir desde tan lejos”

 Eloy Sánchez Rosillo (2025): Venir desde tan lejos

“Venir desde tan lejos”

Cómo ha llegado uno hasta este día,

nadie puede decirlo.

Y uno, menos que nadie.

No. No ha habido un camino solamente

desde el albor remoto.

Casi infinitos fueron,

y enmarañados entre sí, enredados,

en un indescifrable laberinto.

Vivir es laberinto. Esto se aprende.

Ni el más discreto supo

nunca la línea recta en su existir.

El avanzar fue ciega encrucijada,

un raro y sinuoso

no saber hasta cuándo o hacia dónde.

Y en esa indefensión, que es inocencia,

hallas dicha y quebrantos y aventura.

El llegar hasta aquí tuvo que ver

con algo semejante al azar puro,

o quizá a buena estrella

(una forma propicia y reiterada

del azar que a muy pocos corresponde).

Cuántos que iban conmigo

se quedaron atrás. Y se perdieron.

No he vuelto a verlos nunca.

Hubo eriales y abismos. También hubo

valles amenos: al cruzarlos vi

deslizarse despacio por la hierba

las sombras leves de las nubes blancas.

Anduve con tropiezos y caídas.

Pero aquí estoy. Ningún resentimiento

en mi equipaje pesa.

Con pasmo y gratitud toco el enigma

de esta vida que empuja tantas veces

con un viento contrario, y que aun así

resulta ser al cabo tan hermosa.

Todo es como en los sueños:

sin norma ni sentido. 

     Acepto, acojo.

Miro cuando amanece

la limpia luz que cae sobre las cosas.

Y en la noche cerrada, si hay silencio,

escucho el murmurar de las estrellas.

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