Francisco de Quevedo y Villegas (1648): Parnaso
español
“Érase un hombre a una nariz pegado”
Érase un hombre a una nariz
pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.
érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito,
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal morado y frito.1
1 Otra versión del último terceto:
érase un naricísimo infinito
muchísimo nariz, nariz tan fiera
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