Claudio Rodríguez
(1965): Alianza y condena
“Amanecida”
Dentro de poco saldrá el sol. El
viento,
aún con su fresca suavidad
nocturna,
lava y aclara el sueño y da
viveza,
incertidumbre a los sentidos.
Nubes
de pardo ceniciento, azul
turquesa,
por un momento traen quietud,
levantan
la vida y engrandecen su pequeña
luz. Luz que pide, tenue y tierna,
pero
venturosa, porque ama. Casi a
medio
camino entre la noche y la mañana,
cuando todo me acoge, cuando hasta
mi corazón me es muy amigo, ¿cómo
puedo dudar, no bendecir el alba
si aún en mi cuerpo hay juventud y
hay
en mis labios amor?
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