martes, 23 de julio de 2019

“Tan solo una sonrisa”

Claudio Rodríguez (1976): El vuelo de la celebración

“Tan solo una sonrisa”

Sólo se pierde lo que no se ama.
¿O aquello que se ama?
Cuando el remordimiento llega al conocimiento,
altas tapias por fuera
y ventanas por dentro, llega a veces
una sonrisa pasajera, como
la tuya de ahora.
Aunque no te conozco, niña apenas,
pero con carne prieta de mujer,
tengo la silenciosa
llave febril con la que estoy entrando,
sin claridad y sin fijeza,
y quizas a deshora,
en tu boca entornada
sólo por un momento, como el amor del aire
o la sorpresa de la soledad.

Y la columna del aliento,
tan fugitiva e imperecedera,
el movimiento oculto de tus labios carnosos,
con demasiado aplomo y embusteros,
me hacen vivir en ellos:
en tus encías, en tus dientes, no
en tus ojos.

Contemplo tu sonrisa
que me hilvana y me cose,
con esa libertad tan misteriosa
que es juventud y casi menosprecio.

Adiós, adiós. Recordaré, a la sombra
de otros labios más claros que los tuyos,
esta aventura silenciosa.
No ha sido nada: sólo una sonrisa.



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