Luis García Montero (1994): Habitaciones
separadas
“Principios y sentimientos”
Ni las cartas escritas con palabras de invierno,
ni el puñal que se esconde debajo de una almohada,
ni el ojo del espía, ni las murmuraciones
que cubren como musgo las mesas de camilla,
ni las noches cargadas con pólvora de luna,
ni los lobos en mesas de despacho,
ni las leyes con filo de navaja,
ni el tiempo que deshace lo que levanta el tiempo,
ni las guerras heroicas, ni las paces crueles,
ni el odio de los mapas o de las autopistas,
ni ese reloj de arena que trabaja
en el desesperado abismo de los sueños,
ni la felicidad que es imprudencia,
ni el desamor que es agua envenenada,
ni siquiera la muerte, su voluntad de hielo,
su designio implacable de separarlo todo...
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