"De senectute"
Y nada temí más que mis cuidados.
Góngora
Góngora
No es el mío, este tiempo.
Y aunque tan mío sea ese latir de pájaros
afuera en el jardín,
su profusión en hojas pequeñas, removiéndome
igual que imitaciones,
————————-no dice ya lo mismo.
Me despierto
como quien oye una respiración
obscena. Es que amanece.
afuera en el jardín,
su profusión en hojas pequeñas, removiéndome
igual que imitaciones,
————————-no dice ya lo mismo.
Me despierto
como quien oye una respiración
obscena. Es que amanece.
Amanece otro día en que no estaré invitado
ni a un momento feliz. Ni a un arrepentimiento
que, por no ser antiguo,
—ah, Seigneur, donnez-moi la force et le courage!—
invite de verdad a arrepentirme
con algún resto de sinceridad.
Ya nada temo más que mis cuidados.
ni a un momento feliz. Ni a un arrepentimiento
que, por no ser antiguo,
—ah, Seigneur, donnez-moi la force et le courage!—
invite de verdad a arrepentirme
con algún resto de sinceridad.
Ya nada temo más que mis cuidados.
De la vida me acuerdo, pero dónde está.
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