María Rosal
“Lengua indagadora”
Lengua indagadora en las profundidades de las jaulas.
Boca niña inocente detrás de los deseos.
Boca mártir de labios erectos como espadas.
Boca beso de muerte henchida de cicuta.
Boca núbil de sueño que besa cuanto ignora.
Boca de doble filo de aves taciturnas. Doble hilera de dientes,
de dientes y arrecifes.
Lengua del vendaval taladrando lo restos
de un amor compulsado.
Lengua de terciopelo sobre un manto de nácar.
Lengua fileteada lista para el banquete, para la salazón de
la carne.
Lengua de esquirlas frescas.
Lengua de corazón expuesta en la vitrina.
Lengua de ofidio con un ojo en el vientre.
Lengua para limpiar el sudor, para acallar los centinelas
del frío, sus máscaras de níquel.
Lengua para el dolor, para gozar despacio.
Lengua del alacrán sembrando su simiente.
Lengua ramo de flores sobre el vértice erecto
de una fosa común entre las piernas.
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