José Daniel M. Serrallé
“Es tanto lo que sorprende”
Es tanto lo que sorprende, lo que a la vida nace
sin ser nuevo. La luminosa mañana
de claras transparencias y aire tibio
que amas en otoño; tu madre, un gesto
suyo, la antigua ternura de ese gesto;
el sabor de una noche gastada en mil noches
o el azar que en sus ojos no es locura
ni espejismo en su carne;
el verso que recuerdas y el que late;
la risa y el viento; la sombría
tarde de invierno que pasa en un bar
cualquiera; esa soledad, y el misterioso
mar y la música misteriosa; ciertas calles, ciertos
sueños; la conversación y las copas
que de repente traen el tesoro
de la amistad, la silenciosa compañía…
Abandónate también a esta sorpresa
y mira ahora -porque pasará- tu vida
como una rueda de luz. Y aunque sepas
que toda existencia guarda
la sombra preciosa de sus dones, déjate,
arde en este instante tuyo, verdadero.
Pues no hay en ti otra eternidad
que saber que realidad y sueños son
la misma niebla, y adentrarte, perderte
en ella con manos serenas: un hombre
tan solo, preso del mundo, dispuesto a vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario