miércoles, 30 de abril de 2025

"Si no estuviese viva cuando vuelan"

 Emily Dickinson

Si no estuviese viva cuando vuelvan”

 

Si no estuviese viva cuando vuelvan
los petirrojos, al de la encarnada
corbata, en mi memoria,
echadle una migaja.

Y si las gracias no pudiese daros
porque profundamente ya me hubiese dormido,
bien sabréis que lo intento
con labios de granito.

martes, 29 de abril de 2025

“Ningún cepo puede torturarme mi alma en libertad”

 Emily Dickinson

Ningún cepo puede torturarme mi alma en libertad” 

 

Ningún cepo puede torturar

Mi alma en libertad,

Pues detrás de este esqueleto mortal

Se teje uno de más valor.

 

No puedes horadar con un serrucho

Ni transpasar con una cimitarra

Dos cuerpos, por lo tanto perdura,

Amarra uno y el otro vuela libre.

 

El águila no se despoja

De su nido y, sin embargo,

Gana en cielo

Más fácilmente que tú.

 

Excepto tú mismo, tal vez nadie pueda ser

Tu enemigo,

Cautividad es conciencia

 

Y también es libertad.

lunes, 28 de abril de 2025

“Me celebro y me canto a mí mismo”

 Walt Whitman (1857): Hojas de hierba

Me celebro y me canto a mí mismo” 

 

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo asuma tú también habrás de asumir,
Pues cada átomo mío es también tuyo.
Vago al azar e invito a vagar a mi alma.

Vago y me tumbo sobre la tierra,
Para contemplar un tallo de hierba.

Mi lengua, cada molécula de mi sangre formada por esta tierra y este aire.
Nacido aquí de padres cuyos padres nacieron aquí y
Cuyos padres también aquí nacieron.
A los treinta y siete años de edad, gozando de perfecta salud,
Comienzo y espero no detenerme hasta morir.

Que se callen los credos y las escuelas,
Que retrocedan un momento, conscientes de lo que son y
Sin olvidarlo nunca.
Me brindo al bien y al mal, me permito hablar hasta correr peligro.
Naturaleza sin freno, original energía.

domingo, 27 de abril de 2025

“Una hoja de hierba”

 Walt Whitman (1855) Hojas de hierba

Una hoja de hierba

 

Creo que una hoja de hierba, no es menos
que el día de trabajo de las estrellas,
y que una hormiga es perfecta,
y un grano de arena,
y el huevo del régulo,
son igualmente perfectos,
y que la rana es una obra maestra,
digna de los señalados,
y que la zarzamora podría adornar,
los salones del paraíso,
y que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza a las máquinas,
y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera todas las estatuas,
y que un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.

sábado, 26 de abril de 2025

“¡Oh capitán, mi Capitán!”

 Walt Whitman 

“¡Oh capitán, mi Capitán!”

 
¡Oh capitán! ¡Mi capitán! Nuestro espantoso viaje ha terminado,
La nave ha salvado todos los escollos, hemos ganado el anhelado premio,
Próximo está el puerto, ya oigo las campanas y el pueblo entero que te aclama,
Siguiendo con sus miradas la poderosa nave, la audaz y soberbia nave;
Más ¡ay! ¡oh corazón! ¡mi corazón! ¡mi corazón!
No ves las rojas gotas que caen lentamente,
Allí, en el puente, donde mi capitán
Yace extendido, helado y muerto.

¡Oh capitán! ¡Mi capitán! Levántate para escuchar las campanas.
Levántate. Es por ti que izan las banderas. Es por ti que suenan los clarines.
Son para ti estos búcaros, y esas coronas adonardas.
Es por ti que en las playas hormiguean las multitudes,
Es hacia ti que se alzan sus clamores, que vuelven sus almas y sus rostros ardientes.
¡Ven capitán! ¡Querido padre!
¡Deja pasar mi brazo bajo tu cabeza!
Debe ser sin duda un sueño que yazgas sobre el puente.
Extendido, helado y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios siguen pálidos e inmóviles,
Mi padre no siente el calor de mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
La nave, sana y salva, ha arrojado el ancla, su travesía ha concluido.
¡La vencedora nave entra en el puerto, de vuelta de su espantoso viaje!
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad, campanas!
Mientras yo con dolorosos pasos
Recorro el puente donde mi capitán
Yace extendido, helado y muerto.

viernes, 25 de abril de 2025

“La joven Parca”

 Paul Valéry

La joven Parca

 

A André Gide, después de

muchos años dejé el arte de

los versos, al ensayar

abstenerme de nuevo, hice

este ejercicio que te dedico.

1917

 

¿Ha formado el Cielo este

cúmulo de maravillas para

habitación de una serpiente?

PIERRE CORNEILLE

 

¿Quién llora allá, si no el simple viento, en esta hora

sola con diamantes extremos?… ¿Pero quién llora,

tan próximo a mí en el momento de llorar?

Esta mano sobre mis trazos que ella sueña rozar,

distraídamente dócil, tiene algún fin profundo,

aguarda de mi debilidad una lágrima que derrite,

y que de mis destinos, lentamente dividida,

en el más puro silencio limpie un corazón roto.

La ondulación me murmura una sombra de reproche,

o, aquí abajo, oculta en sus gargantas de roca,

como decepcionada y bebida amargamente

un rumor de llanto y de constricción…

¿Qué haces, erizada, y esta mano glacial,

y qué gemido de una hoja borrada

persiste entre vosotras, islas de mi seno desnudo?…

Cintilo, aliada a ese cielo desconocido…

El inmenso racimo brilla para mi sed de desastres.

 

Todopoderosos extranjeros, inevitables astros

que se dignan alumbrar al temporal lejano,

yo no sé qué de puro y de sobrenatural;

quienes entre los mortales os sumergís hasta las lágrimas,

esos soberanos estallidos, esas invencibles armas,

y los lances de vuestra eternidad,

estoy sola con ustedes, temblorosa, tras dejar

mi lecho; y por encima del escollo mordido por la maravilla,

interrogo a mi corazón a quien despierta el dolor

¿Qué crimen por mí o sobre mí consumado?…

… O si me persigue el mal de un sueño cautivo,

¿cuándo (el terciopelo de un soplo voló el oro de las lámparas)

con mis fuertes brazos apreté mis sienes

y, largamente, de mi alma contemplé los destellos?

¿Toda? Pero toda mía, amante de mi carne,

endurecida por un escalofrío su extraña extensión,

y en mis dulces lazos, con mi sangre detenida,

me veo verme, sinuosa, y doré

de miradas en miradas, mis profundas florestas.

Perseguía una serpiente que acababa de morderme.

 

¡Qué repleto de deseos, su arrastre!… ¡Qué desorden

de tesoros se desenterraron para mi avidez,

y qué sombría sed de pureza!

¡Vaya trampa!… Al resplandor del dolor restante

me sentí conocida, aun más que lacerada…

En lo más traidor del alma, una punta me nació;

el veneno, mi veneno, me aclara y se conoce:

da color a una virgen enlazada a sí misma,

celosa… Pero, ¿de qué, celosa y amenazada?

¿Y qué silencio habla a mi solo poseedor?

¡Dios! En mi dura herida una secreta hermana

arde, quien se prefiere a la extrema atención.

 

«Mira, no tengo más necesidad de tu raza ingenua,

querida Serpiente… ¡Me enlazo, ser vertiginoso!

Deja de prestarme esa confusión de nudos,

con tu fidelidad que me huye y adivina…

¡Mi alma puede sufrir, adorno de la ruina!

Ella sabe, sobre mi sombra alejando sus tormentos

de mi seno, en las noches, morder las rocas seductoras;

Ella sorbe largamente la leche de las ensoñaciones…

deja entonces desfallecer ese brazo de pedrerías

que amenaza de amor mi destino espiritual…

Nada puedes sobre mí que no sea menos cruel,

menos deseable… Apacigua, entonces, calma esas ondas,

llama a esos torbellinos, a esas promesas inmundas…

Mi sorpresa disminuye y están abiertos mis ojos.

No esperaba menos de mis ricos desiertos

que tales aniñamiento de furia y trenza:

sus fondos apasionados brillan de resequedad,

tan lejos, que me adelanto y me altero por ver

de mis infiernos pensativos los confines sin esperanza…

Lo sé… Mi lasitud es ocasionalmente un teatro.

El espíritu no es tan puro que jamás idolatre

su fuga solitaria que alienta la antorcha

sin ahuyentar los muros de su abatida tumba.

Todo puede nacer aquí en lo bajo de una espera infinita.

La sombra misma se somete a cierta agonía,

el alma avara se entreabre, y del monstruo se conmueve

quien se tuerce al paso de una puerta de fuego…

 

Mas, por listo y caprichoso que parezcas,

reptil, oh, vivas contorsiones, todo solícito de caricias,

tan próximo a la impaciencia y de tan pesada languidez,

¿quién eres, vecina de mi noche de eterna duración?

Tú contemplaste dormir mi bella negligencia…

Si peligrosa, inteligente soy también,

más versátil, oh, Tirse, y más pérfida que ellos.

¡Huye de mí! ¡Del negro retorno, retoma el hilo viscoso!

Ve en busca de ojos cerrados para tus danzas masivas.

Desliza hacia otros lechos tus vestidos sucesivos,

cubran otros corazones los gérmenes de su mal,

y que en los anillos de tu sueño animal

aliente hasta la mañana la inocencia ansiosa!…

Yo, vigilo, salgo, pálida y prodigiosa,

húmeda toda de llantos que no he vertido,

de una ausencia de los contornos de mortales abrazos

para ella misma. Y despedazando una tumba, serena,

me acodo inquieta y soberana, por ende;

muchas de mis visiones entre la noche y el ojo,

los menores movimientos consultan a mi orgullo.»

 

¡Pero temblaba por perder un dolor divino!

Besé esa mordedura fina sobre mi mano,

y no supe más de mi antiguo cuerpo

insensible, que un fuego que ardía sobre mis bordes:

Adiós, pensé, YO, mortal hermana mentira…

 

 Versión en francés

 

La jeune parque

 

Le Ciel a-t-il formé cet amas

de merveilles Pour la demeure

d’un serpent?

PIERRE CORNEILLE

 

Qui pleure là, sinon le vent simple, à cette heure

Seule, avec diamants extrêmes?… Mais qui pleure,

Si proche de moi-même au moment de pleurer?

Cette main, sur mes traits qu’elle rêve effleurer,

Distraitement docile à quelque fin profonde,

Attend de ma faiblesse une larme qui fonde,

Et que de mes destins lentement divisé,

Le plus pur en silence éclaire un coeur brisé.

La houle me murmure une ombre de reproche,

Ou retire ici-bas, dans ses gorges de roche,

Comme chose déçue et bue amèrement,

Une rumeur de plainte et de resserrement…

Que fais-tu, hérissée, et cette main glacée,

Et quel frémissement d’une feuille effacée

Persiste parmi vous, îles de mon sein nu?…

Je scintille, liée à ce ciel inconnu…

L’immense grappe brille à ma soif de désastres.

 

Tout-puissants étrangers, inévitables astres

Qui daignez faire luire au lointain temporel

Je ne sais quoi de pur et de surnaturel;

Vous qui dans les mortels plongez jusques aux larmes

Ces souverains éclats, ces invincibles armes,

Et les élancements de votre éternité,

Je suis seule avec vous, tremblante, ayant quitté

Ma couche; et sur l’écueil mordu par la merveille,

J’interroge mon coeur quelle douleur l’éveille,

Quel crime par moi-même ou sur moi consommé?…

… Ou si le mal me suit d’un songe refermé,

Quand (au velours du souffle envolé l’or des lampes)

J’ai de mes bras épais environné mes tempes,

Et longtemps de mon âme attendu les éclairs?

Toute? Mais toute à moi, maîtresse de mes chairs,

Durcissant d’un frisson leur étrange étendue,

Et dans mes doux liens, à mon sang suspendue,

Je me voyais me voir, sinueuse, et dorais

De regards en regards, mes profondes forêts.

J’y suivais un serpent qui venait de me mordre.

 

Quel repli de désirs, sa traîne!… Quel désordre

De trésors s’arrachant à mon avidité,

Et quelle sombre soif de la limpidité!

Ô ruse!… A la lueur de la douleur laissée

Je me sentis connue encor plus que blessée…

Au plus traître de l’âme, une pointe me naît;

Le poison, mon poison, m’éclaire et se connaît:

Il colore une vierge à soi-même enlacée,

Jalouse… Mais de qui, jalouse et menacée?

Et quel silence parle à mon seul possesseur?

Dieux! Dans ma lourde plaie une secrète soeur

Brûle, qui se préfère à l’extrême attentive.

 

«Va ! je n’ai plus besoin de ta race naïve,

Cher Serpent… Je m’enlace, être vertigineux !

Cesse de me prêter ce mélange de noeuds

Ni ta fidélité qui me fuit et devine…

Mon âme y peut suffire, ornement de ruine !

Elle sait, sur mon ombre égarant ses tourments,

De mon sein, dans les nuits, mordre les rocs charmants;

Elle y suce longtemps le lait des rêveries…

Laisse donc défaillir ce bras de pierreries

Qui menace d’amour mon sort spirituel…

Tu ne peux rien sur moi qui ne soit moins cruel,

Moins désirable… Apaise alors, calme ces ondes,

Rappelle ces remous, ces promesses immondes…

Ma surprise s’abrège et mes yeux sont ouverts.

Je n’attendais pas moins de mes riches déserts

Qu’un tel enfantement de fureur et de tresse

Leurs fonds passionnés brillent de sécheresse

Si loin que je m’avance et m’altère pour voir

De mes enfers pensifs les confins sans espoir…

Je sais… Ma lassitude est parfois un théâtre.

L’esprit n’est pas si pur que jamais idolâtre

Sa fougue solitaire aux élans de flambeau

Ne fasse fuir les murs de son morne tombeau.

Tout peut naître ici-bas d’une attente infinie.

L’ombre même le cède à certaine agonie,

L’âme avare s’entr’ouvre, et du monstre s’émeut

Qui se tord sur le pas d’une porte de feu…

 

Mais, pour capricieux et prompt que tu paraisses,

Reptile, ô vifs détours tout courus de caresses,

Si proche impatience et si lourde langueur,

Qu’es-tu, près de ma nuit d’éternelle longueur?

Tu regardais dormir ma belle négligence…

Mais avec mes périls, je suis d’intelligence,

Plus versatile, ô Thyrse, et plus perfide qu’eux.

Fuis-moi! du noir retour reprends le fil visqueux!

Va chercher des yeux clos pour tes danses massives.

Coule vers d’autres lits tes robes successives,

Couve sur d’autres coeurs les germes de leur mal,

Et que dans les anneaux de ton rêve animal

Halète jusqu’au jour l’innocence anxieuse!…

Moi, je veille. Je sors, pâle et prodigieuse,

Toute humide des pleurs que je n’ai point versés,

D’une absence aux contours de mortelle bercés

Par soi seule… Et brisant une tombe, sereine,

Je m’accoude inquiète et pourtant souveraine,

Tant de mes visions parmi la nuit et l’oeil,

Les moindres mouvements consultent mon orgueil.»

 

Mais je tremblais de perdre une douleur divine!

Je baisais sur ma main cette morsure fine,

Et je ne savais plus de mon antique corps

Insensible, qu’un feu qui brûlait sur mes bords:

Adieu, pensai-je, MOI, mortelle soeur mensonge…

jueves, 24 de abril de 2025

“La tumba de Edgar Allan Poe”

 Stéphane Mallarmé

“La tumba de Edgar Allan Poe”


Como hasta él mismo al fin la eternidad lo guía
el Poeta provoca con su acero pulido
a su siglo espantado por nunca haber sabido
que en esa voz extraña la muerte triunfaría.

 

Vil sobresalto de hidra frente al ángel que urgía
al habla de la tribu dar más puro sentido.
Proclamaron bien alto el hechizo bebido
en la ola deshonrada de alguna negra orgía.

 

¡Hostilidad del suelo y de la nube leve!
Si nuestra idea contigo no esculpe su relieve
que en la tumba de Poe de esplendor se revista,

 

Calmo bloque caído desde un desastre oscuro,
que al menos el granito muestre siempre su arista
a la oscura Blasfemia dispersa en el futuro.

 

Versión en francés

 

Le tombeau d’Edgard Poe

 

Tel qu’en Lui-même enfin l’éternité le change,
Le Poëte suscite avec un glaive nu
Son siècle épouvanté de n’avoir pas connu
Que la mort triomphait dans cette voix étrange!

 

Eux, comme un vil sursaut d’hydre oyant jadis l’Ange
Donner un sens plus pur aux mots de la tribu
Proclamèrent très haut le sortilège bu
Dans le flot sans honneur de quelque noir mélange.

 

Du sol et de la nue hostiles, ô grief!
Si notre idée avec ne sculpte un bas-relief
Dont la tombe de Poe éblouissante s’orne

 

Calme bloc ici-bas chu d’un désastre obscur,
Que ce granit du moins montre à jamais sa borne
Aux noirs vols du Blasphème épars dans le futur.

miércoles, 23 de abril de 2025

“La siesta del fauno”

 Stéphane Mallarmé 

“La siesta del fauno


Égloga

                                       el fauno:

Estas ninfas quisiera perpetuarlas.

                                             Palpita
su granate ligero, y en el aire dormita
en sopor apretado.

                             ¿Quizá yo un sueño amaba?
Mi duda, en oprimida noche remota, acaba
en más de una sutil rama que bien sería
los bosques mismos, al probar que me ofrecía 
como triunfo la falta ideal de las rosas.

Reflexionemos...

                        ¡Si las mujeres que glosas
un deseo figuran de tus sentidos magos!
Se escapa la ilusión de aquellos ojos vagos
y fríos, cual llorosa fuente, de la más casta:
mas la otra, en suspiros, dices tú que contrasta
como brisa del día cálida en tu toisón.
¡Que no! que por la inmóvil y lasa desazón
—el son con la frescura matinal en reyerta—
no murmura agua que mi flauta no revierta
al otero de acordes rociado; sólo el viento
fuera de los dos tubos pronto a exhalar su aliento
en árida llovizna derrame su conjuro;
es, en la línea tersa del horizonte puro,
el hálito visible y artificial, el vuelo
con que la inspiración ha conquistado el cielo.

Sicilianas orillas de charca soporosa
que al rencor de los soles mi vanidad acosa,
tácita bajo flores de centellas, DECID

«Que yo cortaba juncos vencidos en la lid
por el talento; al oro glauco de las lejanas
verduras consagrando su viña a las fontanas:
Ondea una blancura animal en la siesta:
y que al preludio lento de que nace la fiesta,
vuelo de cisnes, ¡no! de náyades, se esquive
o se sumerja 
...»

                                  Fosca, la hora inerte avive
sin decir de qué modo sutil recogerá
hímenes anhelados por el que busca el LA:
me erguiré firme entonces al inicial fervor,
recto y solo, entre olas antiguas de fulgor,
¡lis! uno de vosotros para la ingenuidad.


Sólo esta nada dócil, oh labios, propalad,
beso que suavemente perfidias asegura,
mi pecho virgen antes, muestra una mordedura
misteriosa, legado de algún augusto diente;
¡y basta! arcano tal buscó por confidente
junco gemelo y vasto que al sol da su tonada:
que, desviando de sí mejilla conturbada,
sueña en un solo lento, tramar en ocasiones
la belleza en redor quizá por confusiones
falsas entre ella misma y nuestra nota pura;
y de lograr, tan alto como el amor fulgura,
desvanecer del sueño sólito de costado
o dorso puro, por mi vista ciega espiado,
una línea vana monótona y sonora.

¡Quiere, pues, instrumento de fugas, turbadora
siringa, florecer en el lago en que aguardas!
Yo, en mi canto engreído, diré fábulas tardas
de las diosas; y, por idólatras pinturas,
a su sombra hurtaré todavía cinturas:
así, cuando a las vides la claridad exprimo,
por desechar la pena que me conturba, mimo
risas alzo el racimo ya exhausto, al sol, y siento,
cuando a las luminosas pieles filtro mi aliento, 
mirando a su trasluz una ávida embriaguez.

¡Oh ninfas, los RECUERDOS unamos otra vez!

«Mis ojos horadando los juncos, cada cuello
inmortal, que en las ondas hundía su destello
y un airado clamor al cielo desataba:
y el espléndido baño de cabellos volaba
entre temblor y claridad ¡oh pedrería!
Corro; cuando a mis pies alternan (se diría
por ser dos, degustando, langorosas, el mal)
dormidas sólo en medio de un abrazo fatal,
las sorprendo sin desenlazarlas, y listo 
vuelo al macizo, de fútil sombra malquisto,
de rosas que desecan al sol todo perfume,
en que, como la tarde nuestra lid se resume

 

¡Yo te adoro, coraje de vírgenes, oh gala
feroz del sacro fardo desnudo que resbala
por huir de mi labio fogoso, y como un rayo
zozobra! De la carne misterioso desmayo;
de los pies de la cruel al alma de la buena
que abandona a la vez una inocencia, llena
de loco llanto y menos atristados vapores.

«Mi crimen es haber, tras de humillar temores
traidores desatado el intrincado nido
de besos que los dioses guardaban escondido;
pues yendo apenas a ocultar ardiente risa
tras los pliegues de una sola (sumisa
guardando para que su candidez liviana
se tiñera a la fiel emoción de su hermana
la pequeñuela, ingenua, sin saber de rubor):
ya de mis brazos muertos por incierto temblor,
esta presa, por siempre ingrata, se redime
sin piedad del sollozo de que embriagado vime.»

 

¡Peor! me arrastrarán otras hacia la vida
por la trenza a los cuernos de mi frente ceñida:
tú sabes mi pasión, que, púrpura y madura,
toda granada brota y de abejas murmura;
y nuestra sangre loca por quien asirla quiere,
fluye por el enjambre del amor que no muere.
Cuando el bosque de oro y cenizas se tiña,
una fiesta se exalta en la muriente viña:
¡Etna! En medio de ti, de Venus alegrado,
en tu lava imprimiendo su coturno sagrado,
si un sueño triste se oye, si su fulgor se calma,
¡Tengo la reina!

                       ¡Oh cierto castigo...!
                                                     Pero el alma,
de palabras vacante, y este cuerpo sombrío
tarde sucumben al silencio del estío:
sin más, fuerza es dormir, lejano del rencor,
sobre la arena sitibunda, a mi sabor
la boca abierta al astro de vinos eficaces

¡Oh par, adiós! la sombra miro a la que tornas.

martes, 22 de abril de 2025

“Si esto es un hombre”

 Primo Levi (1947): Si esto es un hombre

Inicio del poema “Si esto es un hombre”

 

Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rama invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

miércoles, 9 de abril de 2025

“Arte poética"

 Paul Verlaine (1884): Antaño y hogaño

“Arte poética"

Prefiere la música a toda otra cosa,
persigue la sílaba impar, imprecisa,
más ágil y más soluble en la brisa,
que –libre de lastre– ni pesa ni posa.

 

Que vuestra palabra tenga un indeciso
y equívoco paso, si lo decidís.
Nada más hermoso que la canción gris,
donde lo indeciso se une a lo preciso.

 

Detrás de los velos, las miradas bellas.
En el mediodía, una luz que oscila.
Un cielo de otoño templado perfila
un confuso azul de claras estrellas.

 

Matiz, claroscuro, veladura sola.
Nada de color. Sólo los matices.
El matiz compone parejas felices
entre sueño y sueño, entre flauta y viola.

 

Aleja de ti la punta asesina,
la gracia cruel y el rictus de hielo,
que harían llorar los ojos del cielo
con todo ese ajo de mala cocina.

 

Coge la retórica y amordázala.
Sujeta la rima, y dale sentido
a esa carambola de vano sonido,
que, si la dejamos, ¿hasta dónde irá?

 

¡Ah, la sinrazón de la pobre rima!
¿Qué párvulo sordo, qué negro mochales,
nos forjó esa joya de cuatro reales
que suena a oropel hueco con la lima?


La música siempre, y en tono menor.
Que tu verso sea fugaz y suave,
sutil y ligero, como vuelo de ave
que busca otros cielos y otro nuevo amor.

 

Que tu verso sea la buena ventura
esparcida al aire de la madrugada,
que huele a tomillo y a menta granada…
Todo lo demás es literatura.

martes, 8 de abril de 2025

“Hoy llora mi corazón”

 Paul Verlaine

“Hoy llora mi corazón”

Llora en mi corazón
como llueve sobre la ciudad.
¿Qué es esta languidez
que penetra mi corazón?

 

¡El suave sonido de la lluvia
en el suelo y en los tejados!
Para un corazón que se aburre…
¡El canto de la lluvia!

 

Llora sin motivos
sobre este corazón que se enferma.
¡Qué! ¿No hay traición?
Este es un duelo sin razones.

 

¡Es la peor de las tristezas
ignorar por qué,
sin amor y sin odio,
mi corazón tiene tanta pena!

lunes, 7 de abril de 2025

"El abismo"

 Charles Baudelaire (1857): Las flores del mal

“El abismo”

Pascal tenía su abismo, que se movía con él.
—¡Todo es pozo sin fondo, ay, acción, deseo, sueño,
palabra! y a menudo, rozando mis pelos erizados,
he sentido pasar el viento del Miedo.

Arriba, abajo, en todas partes, lo profundo, lo inhóspito,
el silencio, el espacio horroroso y cautivador…
Sobre el fondo de mis noches, Dios, con su dedo sabio,
dibuja una pesadilla multiforme y sin tregua.

Tengo miedo del sueño como se teme un gran túnel,
repleto de vago terror, camino hacia quién sabe dónde;
no veo más que infinito por todas las ventanas,

y mi espíritu, siempre acosado por el vértigo,
envidia la insensibilidad de la nada.
—¡Ah, no poder nunca evadirse de los Números y los Seres!


Le Gouffre


Pascal avait son gouffre, avec lui se mouvant.
— Hélas! tout est abîme, — action, désir, rêve,
Parole! Et sur mon poil qui tout droit se relève
Mainte fois de la Peur je sens passer le vent.

En haut, en bas, partout, la profondeur, la grève,
Le silence, l'espace affreux et captivant...
Sur le fond de mes nuits Dieu de son doigt savant
Dessine un cauchemar multiforme et sans trêve.

J'ai peur du sommeil comme on a peur d'un grand trou,
Tout plein de vague horreur, menant on ne sait où;
Je ne vois qu'infini par toutes les fenêtres,

Et mon esprit, toujours du vertige hanté,
Jalouse du néant l'insensibilité.
— Ah! ne jamais sortir des Nombres et des Êtres!

domingo, 6 de abril de 2025

“La destrucción”

 Charles Baudelaire (1857): Las flores del mal

“La destrucción

A mi lado sin pausa el Demonio se agita;
A mi lado flota como el aire intocable;
Lo bebo y siento cómo abrasa mis pulmones
ahogándome en un deseo culpable y eterno.

Adopta, a veces, pues conoce mi amor por el Arte,
la apariencia de la mujer más seductora,
y acudiendo a especiosos pretextos cobardes,
acostumbra mis labios a sus depravados hechizos.

Lejos de la mirada de Dios así me lleva,
Jadeante y deshecho por la fatiga, al centro
De las hondas y solitarias planicies del Hastío,

Y arroja ante mis ojos, de confusión repletos,
Vestiduras manchadas y entreabiertas heridas,
¡Y el sangriento artificio en donde habita la Destrucción!

“La destruction”

 

Sans cesse à mes côtés s'agite le Démon;
II nage autour de moi comme un air impalpable;
Je l'avale et le sens qui brûle mon poumon
Et l'emplit d'un désir éternel et coupable.

Parfois il prend, sachant mon grand amour de l'Art,
La forme de la plus séduisante des femmes,
Et, sous de spécieux prétextes de cafard,
Accoutume ma lèvre à des philtres infâmes.

II me conduit ainsi, loin du regard de Dieu,
Haletant et brisé de fatigue, au milieu
Des plaines de l'Ennui, profondes et désertes,

Et jette dans mes yeux pleins de confusion
Des vêtements souillés, des blessures ouvertes,
Et l'appareil sanglant de la Destruction!

sábado, 5 de abril de 2025

“Correspondencias”

 Charles Baudelaire (1857): Las flores del mal

Correspondencias”

 

1  La Creación es un templo de pilares vivientes

que a veces salir dejan sus palabras confusas; 

el hombre la atraviesa entre bosques de símbolos

que le contemplan con miradas familiares.

 

5  Como los largos ecos que de lejos se mezclan

en una tenebrosa y profunda unidad,

vasta como la luz, como la noche vasta,

se responden sonidos, colores y perfumes.

 

Hay perfumes tan frescos como carnes de 

10  dulces tal los oboes, verdes tal las praderas

-y hay otros, corrompidos, ricos, triunfantes, 

 

que tienen la expansión de cosas infinitas, 

como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso, 

14  que cantan los transportes de sentidos y espíritu

 

(traducción de Luis Martínez de Merlo)