domingo, 21 de julio de 2019

“La contemplación viva”

Claudio Rodríguez (1976): El vuelo de la celebración

“La contemplación viva”

         I

Estos ojos seguros,
Ojos nunca traidores,
Esta mirada provechosa que hace
Pura la vida, aquí en febrero
Con misteriosa cercanía. Pasa
Esta mujer, y se me encara, y yo tengo el secreto,
No el placer, de su vida,
A través de la más
Arriesgada y entera
Aventura: la contemplación viva.
Y veo su mirada
Que transfigura; y no sé, no sabe ella,
Y la ignorancia es nuestro apetito.
Bien veo que es morena,
Baja, floja de carnes,
Pero ahora no da tiempo
A fijar el color, la dimensión,
Ni siguiera la edad de la mirada,
Más sí la intensidad de este momento.
Y la fertilidad de lo que huye
Y lo que me destruye:
Este pasar, este mirar
En esta calle de Ávila con luz de mediodía
Entre gris y cobriza,
Hace crecer mi libertad, mi rebeldía,
Mi gratitud.

         II

Hay quien toca el mantel, mas no la mesa;
el vaso, mas no el agua.
Quien pisa muchas tierras,
nunca la suya.
Pero ante esta mirada que ha pasado
y que me ha herido bien con su limpia quietud,
con tanta sencillez emocionada
que me deja y me da
alegría y asombro,
y, sobre todo, realidad,
quedo vencido. y veo, veo, y sé
lo que se espera, que es lo que se sueña.

Lástima de saber en estos ojos
tan pasajeros, en vez de en los labios,
Porque los labios roban
y los ojos imploran.

Se fue.

Cuando todo se vaya, cuando yo me haya ido
quedará esta mirada
que pidió, y dio, sin tiempo.




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