domingo, 31 de octubre de 2021

“Ripios para un amigo y tres viejos maestros”

 Andrés Trapiello

“Ripios para un amigo y tres viejos maestros”

 

Es de noche hace rato y ha llovido
en un Madrid dormido y otoñal.
En cada gota del cristal
se refleja mi lámpara y me reflejo yo,
y un rincón de este cuarto y del buró
que fue de Valentín,
y este muerto papel en el que escribo
se refleja también como un recibo
donde llevo las cuentas de mi spleen.
El cielo de mi calle iluminado y rosa
también abre un lugar de este reflejo,
parecido a la boca de una fosa
que besara a la muerte en un espejo.
Son ya las nueve, y llueve.
Que nadie te sorprenda preocupado
Por saber si esta lluvia es muy distinta
de la que vio Unamuno una vez en Bilbao,
negra como la tinta,
o aquella que hace un siglo a Pimentel en Lugo
tanto al hombre le plugo,
o la suya, que vio en París Verlaine,
del color de los charcos
o de los tristes barcos
o cual adiós que nos arranca un tren.
Tampoco te preocupe saber si este poema
antes que aquí se ha escrito.
No es esa la cuestión ni es el problema.
No quieras ser maldito.
Busca, por el contrario,
las fuentes de su lluvia y su calvario,
las fuentes de Unamuno, Verlaine y Pimentel.
Busca en ellos la hiel. Busca su miel.
Que la lluvia de entonces
llora ahora en sus tumbas.
Es dulce y es amarga
y eternamente interminable y larga.
Es la lluvia de siempre. La actual.
Que en lo tocante a lluvias
es un absurdo ser original.

sábado, 30 de octubre de 2021

“Aviso de caminantes”

 Eloy Sánchez Rosillo

“Aviso de caminantes”

 

En la suma de días indistintos
que la vida da al hombre, acaso hay uno
en que el destino, trágico y hermoso,
pasa por nuestro lado y el azar manifiesta
una insólita luz, un desusado
fulgor inconfundible.
Pero no has de dudar. Ten el coraje,
cuando llegue el momento,
de abandonar las cosas con que siempre
te engañó la costumbre, y sube pronto
a ese carro de fuego.

                                  Poco dura

el milagro.

                   Después, si te negaras

a partir, sólo noche
merecerás. Y nunca, aunque quisieras,
podrás comprar la luz que despreciaste.

viernes, 29 de octubre de 2021

“La eternidad ansiada”

 Carlos Marzal

“La eternidad ansiada”

 

De que el mundo no basta
y de que no es bastante una vida cualquiera
nos da perfecta cuenta
la manera en que algunos observan el futuro.


Se propagan (dicen que se propagan)
en hijos, en palabras, y que su descendencia
y sus escritos
les conceden la eternidad ansiada.
Por obra de sus frutos,
resucita el que fueron
y regresa a la vida en la vida de otros.


Esa ingenua ilusión —albergar la esperanza
de que se cobra vida mediante la memoria—
nos da perfecta cuenta
de lo frágil y de lo lamentable
que es la ciudadanía.


La eternidad, si fuera,
si en verdad contuviese una brizna de vida,
y no sólo la prueba de nuestra insuficiencia,
no sería jamás vida que otros viviesen
en lugar de nosotros.
La eternidad, si fuera,
sería vida eterna, es decir, que esta vida
se prolongara ahora eternamente,
llegar a serlo todo
en todos los instantes, bajo todos los precios,
a sangre y fuego siempre, bajo cualquier
desánimo y bajo cualquier tedio.


Lo demás, mientras tanto,
es un enorme equívoco
que propician las lenguas naturales
y la falta de orgullo de los hombres.

jueves, 28 de octubre de 2021

“El café con espejos”

 Abelardo Linares

“El café con espejos”

 

Era un café y estábamos charlando.
Un extraño café de gigantescas sillas
con unos veladores diminutos.
A nuestro alrededor rostros borrosos
o, más exactamente, unos hombres sin rostro;
y así no me extrañó todo el silencio
de aquel local de espejos infinitos.
No puedo recordar de qué charlaba,
pero sí mi alegría y la viveza,
sin duda exagerada, de mis gestos.
Él me dejaba hablar, indiferente
a toda la pasión que había en mis palabras.
De repente me dijo con voz bronca:
¿Y tú que harás ahora que estás muerto?
Al principio no supe comprenderle,
tan estúpido aquello, tan falto de sentido,
y volví la cabeza. En los espejos
quise mirar mi rostro, pero era el de mi padre
el que veía en ellos. ¿Al fin te has dado cuenta?
¿De qué?, le pregunté. De que eres un sueño,
hijo mío.

miércoles, 27 de octubre de 2021

“La vista del arcángel”

 Abelardo Linares

“La vista del arcángel”

 

Verte, como tras niebla, vuelto el rostro,
oculta la cabeza entre las sombras,
y vislumbrar el suelo ajedrezado,
los hondos muros blancos, la ventana
y tras ella el paisaje, una alta torre
guardando la ciudad que ciñe un muro,
los azules, los verdes, los dorados,
tan exactos que niegan la distancia.
Pisar el mármol frío y acercarme
al sitial donde aguardas silenciosa.
Querer cerrar los ojos y estar lejos,
y sentir que mi pulso se acelera
y que fallan mis piernas, y mirarte,
mirarte sin embargo cuando giras
tu rostro envuelto en luz que no es del mundo
hacia mí que te hablo. Y comprender
con estupor y asombro quiénes somos,
pues reconozco al fin cuál es mi sueño,
y sabiendo cumplido mi destino,
y, extendidas mis alas, regresar a lo alto.

martes, 26 de octubre de 2021

“Bajo las luces rojas”

 Abelardo Linares

“Bajo las luces rojas” 

 

Sus cuerpos bajo aquella luz rojiza,
su desnudo irreal entre la rasa niebla.
Fosforescía el cuarto, altas paredes
con blancos azulejos. Pensé: es un hospital,
quizás la habitación de revelado
de un amigo fotógrafo. Pero aquellas dos lunas
gemelas en un cielo azul cobalto
eran de otra galaxia, y miré el firmamento
y no reconocí ninguna estrella
que antes que yo miraran otros ojos humanos.
Era un bárbaro rito el que cumplían
ante mí aquellos cuerpos. Pude apenas saber
de una desolación y una belleza
que el deseo no nombra, y sentí que espiaba
el fondo más secreto de mí mismo.
Goce o dolor, su voz se rompía en mi pecho,
aunque al oído fuera indescifrable.
Mirándose a los ojos durmieron en su abrazo.
Ciego ascendía un sol agonizante
Y era fría su luz en el alba indecisa.
Bajo aquella luz roja, en un mundo ya muerto
como yo mismo vi borrarse a los amantes.

lunes, 25 de octubre de 2021

“El milagro de la luz”

 Juan Lamillar

“El milagro de la luz”

 

Si detienes el tiempo, la música y la noche, 

todo lo que es posible que detenga el amor

según las tradiciones, según las fantasías:

el curso de los astros, el rumbo de los ríos, 

el cauteloso proceder de la Historia y sus gestos, 

detén la luz también en este instante: 

se hará el milagro de la luz, 

que exalta a mediodía la grandeza del mundo, 

la infinitud del mar que nos contempla. 

Haz que esta luz nos acompañe siempre, 

gozosamente inmóvil, en todos los exilios

posibles de la vida, en todos los infiernos

-tan oscuros sin ti- que nos prometen. 

Haz que la luz sea mar, y tiempo, y laberinto, 

Y compartida soledad contigo. 

domingo, 24 de octubre de 2021

“Royal cinema”

 Felipe Benítez Reyes (1996): El equipaje abierto

“Royal cinema”

 

Se hacía la oscuridad, y era el verano
entonces aún más denso: una mezcla
de fruta corrompida y mar caliente.

Pero era también, y sobre todo,
la imagen de jinetes que cruzaban
el oro degradado de un desierto,
o era un bajel en llamas,
con una media luna al fondo,
sobre un mar de artificio.

La noche de verano era una espesa
y macerada flor, y en ella había
piratas con pelucas empolvadas
y tipos con pistola, carruajes
tirados por caballos con penacho,
camino del castillo
de un vampiro galante, en Transilvania.

La noche lenta y honda del verano
eran estrellas rotas y fugaces,
un cielo de verbena, y allí estaban
los torvos pistoleros, los comanches,
el hombre de la máscara de plata
y las mujeres que expandían
un grávido perfume de pecado
por el aire sudado de la noche,
cuando se iluminaba la pantalla
y la fantasmagoría
iba tomando cuerpo en un corsario,
en un matón sombrío, en una rubia
platino que dejaba para siempre,
flotando para siempre en nuestros sueños,
un perfume vicioso de flores maceradas,
parecido al olor de los veranos.

http://felipe-benitez-reyes.blogspot.com/2010/07/royal-cinema.html

sábado, 23 de octubre de 2021

“Intento de rectificar”

 José Manuel Benítez Ariza

“Intento de rectificar”

 

Como escribirle cartas a alguien que conocimos

hace tiempo y que no hemos vuelto a ver, 

suponiéndole idéntico a la imagen

 

que forman unos pocos recuerdos desgastados

y acaso dirigiéndole las mismas 

palabras que quisiéramos haberle 

 

dicho en otra ocasión, amparados ahora 

en esta impunidad que dan las cartas: 

una cierta ternura, si de amor

 

se trataba; o un vago distanciamiento irónico

que el interlocutor imaginario

deberá interpretar como señal

 

de que no somos ya los que fuimos entonces;

de que, acaso, jamás fuimos tal como 

se empeña en presentarnos la memoria

 

en momentos de extrema lucidez; de que ahora

conocemos mejores restaurantes, 

hemos leído un poco más y somos, 

 

qué duda cabe, amantes más expertos, más sabios. 

Un modo de decirle, por qué no, 

que llegó antes de tiempo o que no supo

 

calcular nuestras posibilidades. 

viernes, 22 de octubre de 2021

“Cena jocosa (redondilla)”

 Baltasar de Alcázar

“Cena jocosa (redondilla)”

 

En Jaén, donde resido, 
vive don Lope de Sosa, 
y direte, Inés, la cosa 
más brava d'él que has oído.


Tenía este caballero 
un criado portugués... 
Pero cenemos, Inés, 
si te parece, primero.


La mesa tenemos puesta; 
lo que se ha de cenar, junto; 
las tazas y el vino, a punto; 
falta comenzar la fiesta.


Rebana pan. Bueno está. 
La ensaladilla es del cielo; 
y el salpicón, con su ajuelo, 
¿no miras qué tufo da?


Comienza el vinillo nuevo 
y échale la bendición: 
yo tengo por devoción 
de santiguar lo que bebo.


Franco fue, Inés, ese toque; 

pero arrójame la bota; 
vale un florín cada gota 
d'este vinillo aloque.


¿De qué taberna se trajo? 
Mas ya: de la del cantillo; 
diez y seis vale el cuartillo; 
no tiene vino más bajo.


Por Nuestro Señor, que es mina 
la taberna de Alcocer: 
grande consuelo es tener 
la taberna por vecina.


Si es o no invención moderna, 
vive Dios que no lo sé, 
pero delicada fue 
la invención de la taberna.


Porque allí llego sediento, 
pido vino de lo nuevo, 
mídenlo, dánmelo, bebo, 
págolo y voyme contento.


Esto, Inés, ello se alaba; 
no es menester alaballo; 
sola una falta le hallo: 
que con la priesa se acaba.


La ensalada y salpicón 
hizo fin; ¿qué viene ahora? 
La morcilla. ¡Oh, gran señora, 
digna de veneración!


¡Qué oronda viene y qué bella! 
¡Qué través y enjundias tiene! 
Paréceme, Inés, que viene 
para que demos en ella.


Pues, ¡sus!, encójase y entre, 
que es algo estrecho el camino. 
No eches agua, Inés, al vino, 
no se escandalice el vientre.


Echa de lo trasaniejo, 
porque con más gusto comas; 
Dios te salve, que así tomas, 
como sabia, mi consejo.


Mas di: ¿no adoras y precias 
la morcilla ilustre y rica? 
¡Cómo la traidora pica! 
Tal debe tener especias.


¡Qué llena está de piñones! 
Morcilla de cortesanos, 
y asada por esas manos 
hechas a cebar lechones.


¡Vive Dios, que se podía 
poner al lado del Rey 
puerco, Inés, a toda ley, 
que hinche tripa vacía!


El corazón me revienta 
de placer. No sé de ti 
cómo te va. Yo, por mí, 
sospecho que estás contenta.


Alegre estoy, vive Dios. 
Mas oye un punto sutil: 
¿No pusiste allí un candil? 
¿Cómo remanecen dos?


Pero son preguntas viles; 
ya sé lo que puede ser: 
con este negro beber 
se acrecientan los candiles.


Probemos lo del pichel. 
¡Alto licor celestial! 
No es el aloquillo tal, 
ni tiene que ver con él.


¡Qué suavidad! ¡Qué clareza! 
¡Qué rancio gusto y olor! 
¡Qué paladar! ¡Qué color, 
todo con tanta fineza!


Mas el queso sale a plaza, 
la moradilla va entrando, 
y ambos vienen preguntando 
por el pichel y la taza.


Prueba el queso, que es extremo: 
el de Pinto no le iguala; 
pues la aceituna no es mala; 
bien puede bogar su remo.


Pues haz, Inés, lo que sueles: 
daca de la bota llena 
seis tragos. Hecha es la cena; 
levántense los manteles.


Ya que, Inés, hemos cenado 
tan bien y con tanto gusto, 
parece que será justo 
volver al cuento pasado.


Pues sabrás, Inés hermana, 
que el portugués cayó enfermo... 
Las once dan; yo me duermo; 
quédese para mañana.

jueves, 21 de octubre de 2021

“A Violante”

 Baltasar de Alcázar

“A Violante”

 

Bien te quiere Guardiola,
triscadorcilla Violante,
pero quiérete el bergante
bañada, desnuda y sola.

Quédame desto una duda,
porque, aunque así lo refiere,
calla él para qué te quiere
bañada, sola y desnuda.

miércoles, 20 de octubre de 2021

“Consejo a Inés”

  Baltasar de Alcázar

“Consejo a Inés”

 

Aconsejándole a Inés
se quite de su marido,
que anda entre putas perdido,
respondió como quien es:


“Aunque veo por extenso
lo mal que hace en dejarme,
yo no pienso de él quitarme;
mas desquitarme sí pienso”.

martes, 19 de octubre de 2021

“El alifler”

 Baltasar de Alcázar

“El alifler”

 

– ¿A que no me das un beso?
Me dijo Inesilla loca,
teniendo en su linda boca
de punta un alfiler grueso.

Yo, que siempre mi provecho
saco de sus burlas, sabio,
fingí dárselo en el labio.
Y se lo planté en el pecho.

lunes, 18 de octubre de 2021

“Milagro de Inés”

 Baltasar de Alcázar

“Milagro de Inés”

 

Quísose Inés sacudir
las faldas, y descubrió
más que la ley permitió
que pudiese descubrir.
Y hubo un milagro que admira;
y es que al tiempo que la vi
yo era tuerto, y me volví
derecho como una vira.

domingo, 17 de octubre de 2021

"San Nicolás de Bari"

 Manuel Vilas (2020): Roma

"San Nicolás de Bari"

Tengo cincuenta años

y cada día que pasa soy un hombre mejor, 

más bondadoso, más acaudalado

en sombra y amor y silencio. 

 

Delgado, huesudo, abundante

mata de pelo, pies perfectos, 

vientre plano, venas sobre la carne, 

manos grandes como las de mi padre. 

 

Todas las mañanas me despierto

lleno de ganas de hacer el amor

a quien sea

o a lo que sea,

promiscuo y místico a la vez. 

 

Amor al orgasmo, a la salida

de mi cuerpo hacia la bendita lejanía, 

hacia la luz del sol. 

 

Amor a la perfección de mi cuerpo, 

cuya madurez no es envejecimiento

sino una inesperada forma 

acabada de una juventud más experta, 

una juventud tan esculpida como recordada

y siempre extraordinaria. 

 

Quiero vivir cien años. 

 

San Nicolás de Bari, 

tú que gobiernas esta ciudad

desde tu sepulcro vacío, 

donde nunca hubo nadie, 

ayúdame, entrégame,

dame el poder y la alegría 

de vivir un siglo entero. 

sábado, 16 de octubre de 2021

“Madrigal ('Id. Suspiros ardientes...')”

 Baltasar de Alcázar


“Madrigal ('Id. Suspiros ardientes')”

 

Id. suspiros ardientes, 

romped el duro hielo 

que ha derramado el cielo 

sobre aquel corazón empedernido, 

contra quien no ha podido 

lágrimas, ni razón, amor, ni ruego; 

y la nieve insufrible 

convertidla, suspiros, os requiero 

en otro tanto fuego; 

pero mirad primero 

no os fuerce el hielo en hielo a convertiros. 

 

Y si esto no es posible, 

suspiros, ya yo muero; 

ya yo muero, suspiros. 

viernes, 15 de octubre de 2021

“Coronavirus”

 Manuel Vilas (2020): Roma

 

“Coronavirus”

 

Al norte de Italia, finales de febrero del año veinte,

llega, como hace mil años, la peste. 

 

Venecia, Milán, la Lombardía

cierran sus puertas y la gente camina

con tristes mascarillas por las calles. 

 

Estoy tomando café en el Viale del Trastévere

como todos los días, 

esperando la muerte, 

como todos los días, 

bebiendo mientras tanto un capuchino perfecto, 

blanca espuma en labios inocentes. 

 

Mala e ignominiosa muerte es esta que se acerca desde el norte. 

 

Tú, roma, que siempre diste a tus súbditos 

finales memorables no exentos de grandeza

aparta de mí esta indecente baratura. 

 

Noto cómo El Dante viene a por nosotros. 

 

Sobre Europa se cierne la muerte de miles. 

Tú, precisamente tú, Roma, 

que fuiste creada para combatir

la inanidad y la ingravidez

de la naturaleza, 

debes ayudarme a no morir en la vergüenza, 

en la humillación de rostros tapados, 

en la degradación de la vida. 

jueves, 14 de octubre de 2021

“Al lector”

 Charles Baudelaire (1857 [ed. 1861]): Las flores del mal

 

Versión española

 

“Al lector”

 

La necedad, el error, el pecado, la tacañería,
Ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos,
Y alimentamos nuestros amables remordimientos,
Como los mendigos nutren su miseria.

Nuestros pecados son testarudos, nuestros arrepentimientos cobardes;
Nos hacemos pagar largamente nuestras confesiones,
Y entramos alegremente en el camino cenagoso,
Creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas.

Sobre la almohada del mal está Satán Trismegisto
Que mece largamente nuestro espíritu encantado,
Y el rico metal de nuestra voluntad
Está todo vaporizado por este sabio químico.

¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven!
A los objetos repugnantes les encontramos atractivos;
Cada día hacia el Infierno descendemos un paso,
Sin horror, a través de las tinieblas que hieden.

Cual un libertino pobre que besa y muerde
el seno martirizado de una vieja ramera,
Robamos, al pasar, un placer clandestino
Que exprimimos bien fuerte cual vieja naranja.

Oprimido, hormigueante, como un millón de helmintos,
En nuestros cerebros bulle un pueblo de demonios,
Y, cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
Desciende, río invisible, con sordas quejas.

Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio,
Todavía no han bordado con sus placenteros diseños
El lienzo banal de nuestros tristes destinos,
Es porque nuestra alma, ¡ah! no es bastante osada.

Pero, entre los chacales, las panteras, los podencos,
Los simios, los escorpiones, los gavilanes, las sierpes,
Los monstruos chillones, aullantes, gruñones, rampantes
En la jaula infame de nuestros vicios,

¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!
Si bien no produce grandes gestos, ni grandes gritos,
Haría complacido de la tierra un despojo
Y en un bostezo tragaríase el mundo:

¡Es el Tedio! — los ojos preñados de involuntario llanto,
Sueña con patíbulos mientras fuma su pipa,
Tú conoces, lector, este monstruo delicado,
—Hipócrita lector, —mi semejante, — ¡mi hermano!

 

Versión francesa

 

“Au Lecteur”

La sottise, l’erreur, le péché, la lésine,
Occupent nos esprits et travaillent nos corps,
Et nous alimentons nos aimables remords,
Comme les mendiants nourrissent leur vermine.


Nos péchés sont têtus, nos repentirs sont lâches;
Nous nous faisons payer grassement nos aveux,
Et nous rentrons gaiement dans le chemin bourbeux,
Croyant par de vils pleurs laver toutes nos taches.


Sur l’oreiller du mal c’est Satan Trismégiste
Qui berce longuement notre esprit enchanté,
Et le riche métal de notre volonté
Est tout vaporisé par ce savant chimiste.


C’est le Diable qui tient les fils qui nous remuent !
Aux objets répugnants nous trouvons des appas ;
Chaque jour vers l’Enfer nous descendons d’un pas,
Sans horreur, à travers des ténèbres qui puent.


Ainsi qu’un débauché pauvre qui baise et mange
Le sein martyrisé d’une antique catin,
Nous volons au passage un plaisir clandestin
Que nous pressons bien fort comme une vieille orange.


Serré, fourmillant, comme un million d’helminthes,
Dans nos cerveaux ribote un peuple de Démons,
Et, quand nous respirons, la Mort dans nos poumons
Descend, fleuve invisible, avec de sourdes plaintes.


Si le viol, le poison, le poignard, l’incendie,
N’ont pas encor brodé de leurs plaisants dessins
Le canevas banal de nos piteux destins,
C’est que notre âme, hélas ! n’est pas assez hardie.


Mais parmi les chacals, les panthères, les lices,
Les singes, les scorpions, les vautours, les serpents,
Les monstres glapissants, hurlants, grognants, rampants,
Dans la ménagerie infâme de nos vices,


Il en est un plus laid, plus méchant, plus immonde !
Quoiqu’il ne pousse ni grands gestes ni grands cris,
Il ferait volontiers de la terre un débris
Et dans un bâillement avalerait le monde ;


C’est l’Ennui ! — l’œil chargé d’un pleur involontaire,
Il rêve d’échafauds en fumant son houka.
Tu le connais, lecteur, ce monstre délicat,
— Hypocrite lecteur, — mon semblable, — mon frère !

miércoles, 13 de octubre de 2021

“A manera de epílogo”

 María Rosal

“A manera de epílogo”

 

¿Un soneto me manda hacer Violante

¡En mi vida me he visto en tal aprieto!

No oculto mi pasión por el soneto

Capricho y devoción vayan delante

 

Ya puestos a jugar ¡oh consonate!
acude al folio en blanco y al cuarteto

brinda perfil airoso que el terceto
se va engendrando en él. A nadie espante

 

Si ya en mi edad madura voy entrando

dudando mi quehacer y mi derecho,
si a mi vida futura le estoy dando

 

rima y ritmo, no sé por qué sospecho

que así como el soneto va acabando

se me escapó el latido. Ya está hecho.

martes, 12 de octubre de 2021

“Tierra baldía”

 María Rosal

“Tierra baldía”


Quiero hallarte en el vino
y en el vino besarte,
donde sé que tu lengua
puede apenas herirme.
Encender una hoguera
con todos los rastrojos
de la tierra baldía
que nunca sembraremos.

Me gozas en secreto
a la luz amarilla
de farolas y lunas,
en el agua estancada,
entre los callejones
al abrigo imposible
de los gatos de enero.
Mientras la cantinela
de marinos sin patria
nos distrae de la muerte.

Con la noche me ciño
blanco velo de novia
y salgo a pasear
donde los buques llegan.
He aquí la loca -dicen-
cuando abro mis muslos,
cuando aliso mi vientre.
Les ofrezco maduros
pechos como magnolias.
Sin embargo no hay hombre
que apaciguarme pueda.
¿Dónde he de hallar el vuelo
que remonte mi carne?
¿En qué carne enemiga
morder hasta encontrarme?

lunes, 11 de octubre de 2021

“Somos lo que aprendimos”

 María Rosal

“Somos lo que aprendimos”

 

Esta costumbre dulce
de perder el respeto,
de agarrarse a la vida
como si nada fuera,
como si ya la muerte
se hubiera convertido
en borroso subtítulo
de una vieja película.

Nos fuimos desnudando
en andenes lentísimos,
al filo de la noche,
cuando la madrugada
era una vieja furcia.

Somos lo que aprendimos
en esta soledad donde regamos
margaritas de plástico y silencio.

domingo, 10 de octubre de 2021

“Publicidad engañosa”

 María Rosal

“Publicidad engañosa”

 

Busco

Que sea tierno ante todo.
Que esté conmigo
no más de veinte días.
Que se vuelva de amor
y de remate loco
y que luego se vaya
sin ruegos, ni exigencias,
ni mentiras...

Así las condiciones.

Abstenerse los que creen en dios,
en sacramentos,
en la ley de los hombres.

Soy solo una mujer
con la espera entreabierta
para el que oculta veneno en la saliva
un cuchillo en los dientes
y entre las piernas
la razón poderosa de la desgracia.

sábado, 9 de octubre de 2021

“Locus amoenus”

 María Rosal

“Locus amoenus”

 

No me basta tu piel para tenerte,
bálsamo, oscuridad, labio de arena,
turbia sublevación que me encadena
al abrazo sin alas de la muerte.

No basta mi dolor, paloma inerte,
para calmar la sed que me gangrena.
Pídeme siempre más, es tu condena,
conjuro desleal para perderte.

Porque ya no me basta con tu vida.
Porque tu sangre amaso en mi locura,
yerto mi corazón, potro sin brida.

Entrégate, desgrana tu cintura
en mis labios de sal. Lame la herida
que nos labrara Amor con desmesura.

viernes, 8 de octubre de 2021

“Lengua indagadora”

 María Rosal

“Lengua indagadora”

 

Lengua indagadora en las profundidades de las jaulas.
Boca niña inocente detrás de los deseos.
Boca mártir de labios erectos como espadas. 
Boca beso de muerte henchida de cicuta. 
Boca núbil de sueño que besa cuanto ignora. 
Boca de doble filo de aves taciturnas. Doble hilera de dientes,
de dientes y arrecifes. 
Lengua del vendaval taladrando lo restos 
de un amor compulsado.
Lengua de terciopelo sobre un manto de nácar. 
Lengua fileteada lista para el banquete, para la salazón de
la carne. 
Lengua de esquirlas frescas. 
Lengua de corazón expuesta en la vitrina. 
Lengua de ofidio con un ojo en el vientre. 
Lengua para limpiar el sudor, para acallar los centinelas 
del frío, sus máscaras de níquel.
Lengua para el dolor, para gozar despacio. 
Lengua del alacrán sembrando su simiente. 
Lengua ramo de flores sobre el vértice erecto 
de una fosa común entre las piernas.

jueves, 7 de octubre de 2021

“E-mail”

 María Rosal

“E-mail”

Mi amor no tiene rostro.
Sólo tiene palabras luminosas.
Mi amor es puntual
y cada noche
recojo en mi buzón
su mensaje cifrado.
Enciendo el aparato, parpadea...

Escribe con mayúsculas los besos
y acaricia su cuerpo en letras de colores.
No hay temor al contagio.
Tan sólo su locura me estremece
y yo se la devuelvo 
en megabytes desordenados,
-ebria de amor,
ya libre-, acariciando
mi sistema binario desbocado,
mis ventanas al viento con el alba,
el CD Rom tan terso, la memoria...

Tantas noches de amor son un regalo.

miércoles, 6 de octubre de 2021

“Cruzas las avenidas”

 María Rosal

“Cruzas las avenidas”

 

Cruzas las avenidas
leales de mi cuerpo,
desarmando la noche
con jazmines desnudos,
soldados ojivales
que alertan las columnas.
Es estertor el viento,
gótica letanía,
pájaro deshojado,
mártir de tu capricho.

martes, 5 de octubre de 2021

“Como en todos los cuentos”

 María Rosal

“Como en todos los cuentos”

 

Era bello y prohibido, lo que hacía
aún más deseable su estatura,
el arco de su pecho, su grandeza,
su forma de mirar, como una herida.
Era altivo, inasible. Nos tenía
bajo el yugo febril, en la penumbra
del amor incumplido largamente.

Sabiéndonos perdidas, decidimos
que no importaba el precio: la victoria
habría de ser su piel o nuestra vida.
Bajo un cielo de neón de luna muerta
velamos nuestras armas. Apostadas
en el rincón canalla, en la espesura
del último garito, dispusimos
el cerco tras el horno, imaginando
que bien valía el botín tanta batalla.

Era hermosa la noche. Consintieron
los dioses que el combate se inclinara
a mi estrella. Cuerpo a cuerpo, feroces,
desnudos y silentes demoramos
la huida. Mas cuando despeñamos erguidos
los deseos y coloqué mi beso
sobre su frente esquiva, como en todos
los cuentos se deshizo el hechizo
y mi príncipe-rana se perdió con la noche.

lunes, 4 de octubre de 2021

“Casandra”

 María Rosal

“Casandra”

 

Desmedida en tu huella,
eres hija inocente
del desierto y las olas.
Azul incandescencia.
Remota en tus senderos,
en la cumbre perfecta
del racimo y los labios,
cíngulo de tu aliento,
dormido en las adelfas.

           ¿Eres diosa o camino?
           Mujer acaso. Y basta.

domingo, 3 de octubre de 2021

“Carpe diem”

 María Rosal

“Carpe diem”


Rendida por tu luz, por tu grandeza,
brazo crepuscular, espacio enhiesto,
cuerpo de la memoria manifiesto
en las lides de amor: arte y nobleza,

cóncava identidad a tu belleza
se te ofrece y reclama, bien dispuesto.
Debes hendir gallardo, tierno, apuesto
para velar tus armas con destreza.

Armado caballero en la colina
del monte donde fue reina y señora
digna Venus triunfal, dale contento

con sabio gesto a la oquedad divina.
No dudes sumergirte sin demora
en tan filosofal conocimiento.

sábado, 2 de octubre de 2021

“A mano armada”

 María Rosal

“A mano armada”

 

Supón que me presento
cualquier día en tu casa.
Que digo: "Hasta aquí hemos llegado"
que cierro las ventanas,
apago las cortinas,
los libros, los periódicos.

Supón que me presento
cuando menos lo esperas.
Ya puedo disfrutar
tu mirada de asombro,
el lecho abandonado,
los sentidos alerta.

Supón que te desnudo
con besos y sonrisas,
conjuro tus fantasmas,
asalto tu desvelo,
amanezco en tu sombra,
y me marcho,
y me juras
-dentro de un orden, claro-
fidelidad eterna.